2 de abril Día de la Concienciación del Autismo

03 Abr 2 de abril Día de la Concienciación del Autismo

Publicado a las 09:37h en Fundación por Mariasun

Los problemas sensoriales dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA) están recogidos en la última versión del DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales). Además, los estudios indican que los trastornos sensoriales tienen una prevalencia variable del 80 al 100% en esta población (Baket, Lane, Angley, y Young, 2010; Baranek, David, Poe, Stoen, y Watson, 2006; Dawson y Watling, 2000; Tomcheck & Dunn, 2007). Estas dificultades pueden estar asociadas y desencadenar problemas conductuales/emocionales y aumentar el grado de dependencia en las habilidades de la vida diaria.

La Fundación Salud Infantil se une a esta campaña de concienciación con el fin de avanzar en la inclusión y participación social. Entendemos la necesidad de abarcar las dificultades sensoriales, por ello queremos trasmitiros algunos conocimientos para visualizar las necesidades de las personas con TEA y sus familias, y proporcionaros algunas estrategias enfocadas en cómo actuar ante una sobrecarga sensorial.

1- Lo primero de todo, CONOCE las diferentes modalidades/sistemas sensoriales

	SISTEMA VISUAL	Capacidad para ver
	SISTEMA VESTIBULAR	Capacidad para percibir movimientos de la cabeza y registrar la posición del cuerpo en referencia del espacio
	SISTEMA OLFATIVO	Capacidad para percibir olores y aromas
	SITEMA AUDITIVO	Capacidad para percibir sonidos
	SISTEMA GUSTATIVO	Capacidad para percibir sabores
	SITEMA TÁCTIL	Capacidad para percibir presión, dolor, tacto y temperatura
	SISTEMA PROPIOCEPTIVO	Capacidad para percibir sensaciones relacionados con la posición y el movimiento

2- OBSERVA e IDENTIFICA. Entender cuál es el funcionamiento perceptivo de un niño/a con TEA es la clave para poder abordar las dificultades en el día a día. Podemos diferenciar diferentes niveles de sensación (hipersensibilidad, hiposensibilidad, fluctuación, percepción fragmentada, percepción distorsionada, percepción retardada, entre otras). A continuación, os mostramos algunos ejemplos de cómo experimentar la información que llega a los sentidos.

Sistema sensorial	Experimentan ciertos estímulos de una manera aumentada (Hipersensibilidad)	Los sentidos trabajan por debajo del nivel habitual (Hiposensibilidad)

Gustativo	Come poco, usa la punta de la lengua para probar la comida, vomita con facilidad, reclama y ansía ciertos tipos de comida.	Come cualquier cosa, lame objetos y se los mete en la boca. Le gustan los sabores mezclados (agridulce). Regurgita.
Olfativo	Evita los olores, le gusta llevar siempre la misma ropa, se aparta de la gente.	Se huele a sí mismo, a las personas y objetos. Se embadurna y juega con los excrementos. Le gustan los olores fuertes.
Táctil	No quiere que le toquen, no tolera la ropa nueva, no quiere llevar zapatos, reacciona exageradamente ante el calor, frío y dolor. No le gusta estar sucio. No le gusta alguna textura determinada de la comida. Evita a la gente.	Le gusta la ropa apretada y la presión. Busca la sensación de presión, abraza con fuerza, le gustan los juegos brutos y dar volteretas. Es propenso a autolesionarse. Escasa reacción al dolor y a la temperatura.
Vestibular	Reacciones de miedo con columpios, toboganes, etc. Dificultad en caminar por superficies desiguales. No le gusta tener la cabeza hacia abajo. Le angustia que sus pies no toquen el suelo.	Le gustan los columpios, toboganes… Gira y corre dando vueltas continuamente, se balancea hacia adelante y hacia atrás.
Propioceptivo	Coloca el cuerpo en posiciones extrañas, dificultad en manejar objetos pequeños. Gira completamente el cuerpo para mirar algo.	Parece cansado, choca contra los objetos o las cosas, agarra los objetos débilmente, se tropieza con frecuencia, no es consciente de las sensaciones de su cuerpo (no siente hambre)
Auditivo	Se tapa los oídos, tiene el sueño muy ligero, le asustan los animales, no le gustan las tormentas, los lugares con mucha gente. No le gusta que le corten el pelo, elude los ruidos. Realiza ruidos repetitivos para evitar oír otros sonidos.	Golpea los objetos, cierra las puertas de golpe, le gustan las vibraciones, le gusta la cocina y el baño. Le gusta las muchedumbres, el tráfico… Rasga papel y lo arruga en la mano. Le gustan los ruidos y los sonidos. Realiza ruidos rítmicos a gran volumen.
Visual	No le gustan las luces brillantes. Le asustan los destellos súbitos de Luz. Mira hacia abajo la mayoría del tiempo. Cierra los ojos o se los tapa cuando hay luces brillantes o colores muy intensos	Le atraen las luces. Mira intensamente a los objetos o personas. Mueve los dedos u objetos enfrente de sus ojos. Le fascinan los reflejos, los objetos brillantes. Mira fijamente al sol durante largo tiempo

3- Sobrecarga sensorial

La sobrecarga sensorial es una condición en la que el/la niño/a es muy vulnerable a sentirse sobrepasado/a por situaciones que no molestan a otras personas. Se produce en las situaciones donde la cantidad de información a procesar (estímulos visuales, auditivos, táctiles, etc.) sobrepasa la capacidad de procesamiento sensorial del niño/a. Puede manifestarse de varias formas y con diferentes niveles de intensidad; dependiendo de la persona y de la situación (desde un cosquilleo en los sentidos, una hipersensibilidad aguda, p. ej. los colores se vuelven demasiado intensos, las luces demasiado brillantes, etc.; una agnosia sensorial temporal e incluso una desconexión total de los sistemas (los sentidos dejan de trabajar temporalmente)).

4- Cómo Actuar ante una sobrecarga sensorial

Busca a la persona de referencia del menor o de la persona, y pregunta si puedes ofrecerle algún tipo de ayuda. Recuerda que pueden salir corriendo evitando algún tipo de situación o pueden quedarse inmóviles en lugares peligrosos.
Reconoce señales de alarma. Observa el entorno e intenta identificar qué puede estar ocurriendo (se tapa los oídos/los ojos con sonidos o luces intensas, etc.). Modifica si se puede ciertas situaciones (cerrar ventanas, colocar cascos anti sonidos, etc.)
Distracción, Podríamos utilizar objetos que le gustan para reducir su situación de estrés.
Calma y control del entorno. Ofrécele tu presencia y muéstrale que estamos para lo que necesiten con frases como “Estoy aquí para lo que necesites”, “Todo va a salir bien”, “Entiendo cómo te sientes”. Además, intenta protegerlo de posibles daños o lesiones. Intervendríamos físicamente en el caso de que la persona esté bajo circunstancias de peligro real (se tumban en medio de la carretera, se hace daño a el/ella mismo/a o a terceros).
Evita regañar, hablar demasiado y hacer muchas preguntas. Estas actitudes podrían aumentar su ansiedad.
Estrategias dirigidas a Familias
Reconoce el problema. Los familiares de niños/as con autismo deben ser conscientes de las necesidades perceptivas de sus hijos/as. Es una marera de ayudarles a sobrellevar situaciones y a potenciar sus puntos fuertes.
Anticipa niveles altos de estrés. Identificar que estímulos o factores pueden desencadenar una posible sobreestimulación puede evitar crisis sensoriales.
Aprende a regular a tu hijo/a. Conoce qué sensaciones le calman (juguetes favoritos, espacios para la regulación en el hogar, organizar y estructurar el tiempo y el espacio, etc.)
Busca ayuda profesional. El empoderamiento de las familias es uno de los puntos fuertes en un programa de intervención. Ponte en contacto con un equipo multidisciplinar, podrá facilitarte estrategias individualizadas para mejorar las necesidades que surjan en el día a día.