02 Feb ¿Te animas mamá, papá, a ayudar en el desarrollo de tu bebé?
Pues, tìrate a la piscina con él. Gracias a la estimulación ofrecemos a los bebés diferentes oportunidades para explorar, adquirir destrezas y habilidades de una manera natural y entender lo que sucede a su alrededor. Mediante la estimulación acuática buscamos una adaptación al agua en edades tempranas con juegos, canciones y ejercicios, lo que favorece la creación de vínculos entre el bebé y este medio.
Además se obtienen diversos beneficios tales como:
– Favorecer el desarrollo psicomotor: gracias al agua, nuestro bebé fortalece su musculatura ya que encuentra una manera de desplazarse, cosa que fuera de este medio todavía no puede realizar.
– Mejorar la capacidad respiratoria ayudando a la expulsión de la mucosidad.
– Ayuda al sistema inmunológico.
– Ayuda a relajarse gracias a la temperatura del agua.
– Aumenta su coeficiente intelectual: hay estudios que demuestran que l@s niñ@s que están rodeados del medio acuático desde pequeños, desarrollan una percepción mayor del mundo que les rodea, aprendiendo a ser más creativos y observadores.
– Les ayuda a socializarse: aumenta su confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo con otr@s niñ@s.
Todo esto ocurre mientras se fomenta las relación madre-hij@/padre-hij@, disfrutando del tiempo y con libertad para que ambos se vayan conociendo, a la vez que aprenden juntos.