Atención en Neonatología-Pusipiel

09 Mar Atención en Neonatología-Pusipiel

Durante la gestación se produce una estimulación intrauterina constante, una parte importante de la misma se trasmite al bebé mediante el continuo contacto con las paredes del útero que estimulan entre otros, el sentido del tacto al proporcionar masajes y una contención continua. Después del nacimiento podemos apoyar y continuar esta estimulación mediante el masaje.

Los niños/as prematuros vienen al mundo antes de llevar a término su gestación, cuando su desarrollo y el proceso de maduración de su organismo no han finalizado y han de concluir en unas condiciones adversas que los dificultan. El masaje tiene numerosos beneficios en niños/as prematuros/as y resulta muy efectivo al favorecer la maduración tanto del desarrollo físico como del cognitivo, así como la potenciación del vínculo de apego con las familias.

Algunos de sus ventajas son:

-Relajación y disminución del estrés, necesarios debido a la sobreestimulación a la que se encuentran expuestos continuamente.

-Estimulación del sistema nervioso (favorece la mielinización, las conexiones y las sinapsis neuronales).

-Estimulación gastrointestinal (mejora cólicos y tránsito intestinal).

-Estimulación sistema respiratorio (sincronización respiratoria).

-Estimulación sistema circulatorio (aumenta la circulación y la oxigenación general).

-Mejora del peso (mayor relajación, menor gasto energético y mejor ganancia de peso).

-Estimulación del sistema muscular y propioceptivo (incremento tanto de la actividad motora como de la relajación muscular y la conciencia del propio cuerpo).

-Reduce la hipersensibilidad al tacto y disminuye el dolor.

-Regula el patrón de sueño.

-Mejora el vínculo de apego

Desde el programa de Atención Temprano en Neonatología (PUSIPIEL), queremos implicar a las familias en la práctica de masaje desde el nacimiento ya que sus numerosos ayudan tanto a los bebés como a las familias. Madres y padres encuentran una estrategia útil para ayudar a sus pequeños/as y sentirse parte activa en el duro proceso de su hospitalización.