15 Mar Atención Temprana: Alimentación y prematuridad
Comer sí, pero no de cualquier manera.
Para entender mejor el binomio alimentación y prematuridad, es importante saber qué es lo que ocurre en el vientre materno durante los 9 meses de gestación. En el crecimiento intrauterino van apareciendo los reflejos orales, los que permiten el acto de la lactancia. Esta aparición de reflejos va madurando gracias a las experiencias que le proporciona el medio intrauterino. El estado de ingravidez y acuoso, en el que se halla el feto, permite al bebé tanto la succión del líquido amniótico como la succión digital, así como experimentar sensaciones agradables. Todo ello favorece que, tras el nacimiento, el/la niño/a esté preparado para una ingesta por vía oral eficiente, eficaz y segura.
En contrapartida, el bebé nacido antes de tiempo rompe todo el ciclo de maduración, lo que le impide una ingesta por vía oral, apareciendo ya los primeros problemas de alimentación. Muchos de ellos superan con éxito la lactancia por vía oral durante el periodo de ingreso hospitalario. Pese a ello, hay un porcentaje de bebés que acuden a sus hogares con una succión inmadura, patrones motores orales inadecuados e, incluso, algunos de ellos continúan la ingesta alimenticia mediante sonda.
El asesoramiento a las familias es muy importante
Estas situaciones provocan mucha angustia en las familias. En cada toma, la madre y el padre se encuentran en estado de alerta por si sus pequeñas/os sufren algún atragantamiento y muestran una gran preocupación si no completen la toma por temor a que no ganen peso. Pero si no tenemos en cuenta cómo está trabajando el sistema motor oral, podemos crear un sobreesfuerzo en la/el niña/o que impide ganancia de peso y que agota al recién nacido, que se duerme sin acabar las tomas o que constantemente se atragante. Vivir esta situación cada tres horas y todos los días, es un factor muy estresante que puede romper la dinámica familiar. Por ello es importante asesorar a las familias, no solo sobre las estrategias de posicionamiento durante la lactancia, sino sobre las específicas relacionadas con el comportamiento oral de su bebé, teniendo también en cuenta su estado clínico. De esta manera se favorece un patrón motor oral que repercutirá en un ingesta eficiente, eficaz y segura, dando lugar a la ganancia de peso. Obviamente, el acompañamiento a las familias les hará sentir seguras, para realizar una de las funciones parentales más importantes.
En estos casos es aconsejable llevar un seguimiento de toda la transición de la jerarquía alimenticia. Las dificultades pueden aparecer tanto en la lactancia como en la introducción de los triturados o en la de los sólidos. Siendo los patrones motores orales en la alimentación son los que favorecen un crecimiento facial y dentario homogéneo. La succión es la que estimula el crecimiento del maxilar inferior mientras que la masticación favorece el crecimiento dentario y la caída de los dientes de leche para dar, que da lugar a la dentición permanente.
Silvia Domenech Martínez
Logopeda experta en Atención Temprana
Fundación Salud Infantil
Bibliografía:
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