14 Nov Calzado infantil
La elección del calzado es muy importante puesto que el niño se encuentra en plena etapa de crecimiento. El calzado adecuado interviene en el correcto desarrollo del pie y de la marcha y, por consecuente, de todas las estructuras relacionadas. Igual de importante es saber que el calzado inadecuado puede influir en el deterioro del pie del niño, produciendo alteraciones estructurales y biomecánicas.
El calzado es intransferible. Los zapatos usados se acoplan a la marcha de su dueño y si los usa otro niño le modifican la pisada durante la marcha, interfiriendo en el correcto desarrollo estructural y biomecánico.
Han de respetar las fases del desarrollo aunque éstas son aproximadas puesto que cada pequeño lleva un desarrollo propio.
Han de acoplarse a las características propias de cada pie, los pies delgados no usan la misma horma de zapato que el pie regordete.
Consejos de calzado según la etapa de desarrollo
Etapa de pregateo (del nacimiento a los 10 meses)
Los pies tienen gran cantidad de terminaciones nerviosas. Son una entrada de información del entorno importantísima, que estimula su desarrollo. Otro factor importante es el crecimiento rápido de las estructuras que no han de ser condicionadas por presiones ni moldes.
Por lo que el calzado en esta fase es un obstáculo. Su única función es de protección y termorregulación, por lo que se ha de usar únicamente calcetines o peucos finos.
Etapa de gateo y puesta en pie (de los 10 meses hasta que aparece la marcha):
El niño empieza a desplazarse y la función del calzado va a ser de protección del roce del antepié y del frio sin limitar la sensibilidad. Por lo que se aconsejan calzado con:
– Refuerzos puntera / talón
-Puntera redondeada y ancha (debe dejar espacio no limitar los dedos por el rápido crecimiento del pie).
-Corte flexible
-Si posee cierre que sea con velcro
-Trasera alta y acolchada para no perderlo
-Suela goma fina/goma antideslizante
-calcetín antideslizante.
Etapa de adquisición de la marcha.
El niño empieza a caminar al principio con marcha irregular, problemas de equilibrio y caídas frecuentes. El calzado debe adaptarse a los movimientos del pie proporcionando una marcha estable y biomecánicamente económica.
Características del calzado:
-Puntera redonda y ancha con refuerzos en talón y puntera no muy rígidos.
-Cierre sobre empeine. Preferiblemente velcro.
-Trasera bien ajustada al talón.
-Largo, la longitud del zapato ha de ser un centímetro mayor que la del pie con carga. Medir el largo tocando el primer y segundo dedo.( Se debe respetar el espacio para el correcto y rápido crecimiento del pie).
– Alto, los dedos no deben tocar arriba de la puntera.
– Zapato ligero y flexible no ha de limitar el movimiento. Ha de adaptarse a los
movimientos y a la forma del pie sin oprimirlo.
-Material transpirable (tanto exterior como interior) para evitar sudoraciones excesivas
-Interior sin costuras.
-Ha de tener contrafuertes en talón, en la parte posterior del calzado, y su función es estabilizarlo sin cubrir el tobillo.
-La parte posterior del talón tiene que estar siempre sujeta. En caso contrario, los dedos han de hacer un trabajo excesivo de agarre al caminar para que el calzado no caiga. Por esta razón no se aconsejan ni chanclas ni zuecos.
-Caña por debajo de la articulación del tobillo. Las botas no son muy aconsejables, si se usan que sean de caña baja y amplia donde el tobillo quede libre para poder hacer un correcto movimiento de la articulación.
-La suela elástica y flexible para permitir la flexión del antepié y los dedos mientras camina. Debemos ser capaces de flexionar la suela con las manos sin dificultad. La suela tiene que incluir un dibujo rugoso para que permita un buen agarre al suelo, evitando así resbalones.
-Sin tacón.
Etapa de maduración de la marcha.
En esta etapa hay mayor movimiento puesto que se perfecciona el control corporal y aumenta la actividad deportiva.
La función es la misma: proteger el pie sin limitar su crecimiento ni deformar la estructura.
Las características del calzado son similares a la etapa anterior. La holgura interior va de 1 a 1,5 cm. La suela flexible y con un grosor aproximado de 1 centímetro para una adecuada amortiguación.
Aparecen las actividades deportivas y se incorpora calzado para este fin. Ha de ser siempre adecuado al deporte en cuestión, cumpliendo las características recomendadas anteriormente y en ocasiones determinadas. Hay que diferenciarlo del calzado habitual, debe de ser un calzado ocasional.
Momento de cambio del zapato
Desgaste del interior
Zapato deformado
Que cree zonas de irritación en el pie
Que el pie crezca y la holgura interior sea inferior al centímetro recomendado. Comprobar frecuentemente puesto que los pies de los niños crecen rápidamente en poco periodo de tiempo.
Que deje de cumplir las necesidades de la etapa de crecimiento.