26 Ene Los miedos en la infancia
Alejandra García, Psicóloga Fundación Salud Infantil
¿Qué es el miedo?
El miedo es una reacción emocional común a todo ser humano. Tiene una función evolutiva, que es protegernos de posibles daños, y nos acompaña de manera intermitente durante toda la vida. Por este motivo, es normal que los niños y las niñas experimenten múltiples miedos, los cuales irán apareciendo y desapareciendo conforme crecen.
¿Qué cosas les asustan?
Hasta el primer año de vida, aproximadamente, es habitual que los niños se asusten ante ruidos fuertes, retiradas de apoyo, encontrarse con personas desconocidas, separarse de sus cuidadores, observar objetos que aparecen por sorpresa y darse golpes o hacerse heridas.
A partir de los 2 años, también podrán ser una fuente de miedo los animales, así como los disfraces y la oscuridad.
Cuando son algo más mayores, sobre los 6 años, comenzarán a sentir miedo por elementos naturales como las tormentas y elementos sobrenaturales (como por ejemplo, los monstruos, fantasmas, brujas, extraterrestres u otros elementos de ficción).
A medida que su mente va desarrollándose, también serán una fuente de miedo la idea de perderse, quedarse solo, pasar por situaciones en las que puedan sentir vergüenza, suspender exámenes, y la idea de la muerte.
¿Cómo podemos ayudar?
- En primer lugar, no debemos mostrar miedo delante de nuestros hijos en la medida en la que sea razonable, ya que ellos aprenden por observación. Si una madre o un padre se muestra excesivamente temeroso ante diversas situaciones cotidianas, lo normal es que su hijo desarrolle ese mismo miedo excesivo. Cuando esto sucede, mostrará una tendencia hacia evitar situaciones que percibe como temerosas, y dejará de explorar su entorno, deteniendo su curiosidad e impidiendo ciertos aprendizajes. Esto puede, además, conducir al desarrollo de fobias específicas. Por tanto, es importante que nos convirtamos en un ejemplo de valentía para ellos.
- Por otra parte, debemos recordar que su cerebro no se ha desarrollado por completo todavía, por lo que las historias y cuentos que les contemos han de ser adecuados para su edad, agradables y sin elementos violentos, crueles o siniestros. Lo mismo ha de suceder con las películas o videojuegos a los que ellos puedan tener acceso.
- Asimismo, hemos de acostumbrarlos poco a poco a las situaciones nuevas, dándoles una explicación con palabras que puedan entender. De esta manera, contribuiremos a reducir el miedo que ellos puedan experimentar.
- Debemos tener en cuenta que la sobreprotección provoca que el niño sea más dependiente de sus cuidadores y se sienta menos capaz de resolver los problemas que encuentre en el futuro. Por el contrario, lo que queremos es que aprenda que es valiente y capaz de enfrentarse ante las distintas situaciones que la vida le pondrá por delante.
- Algo que podemos enseñarles para manejar situaciones de miedo es aprender a parar y respirarprofundamente.
- Y sobre todo, lo más importante es saber escucharles y hacer que se sientan comprendidos ante estas situaciones, generando un ambiente de confianza en el que sepan que pueden contar con nosotros para transitar ese miedo juntos.