
11 May Recomendaciones en la Alimentación de la Primera Infancia
El aprendizaje de hábitos alimenticios es un proceso de suma importancia durante los primeros años de vida. Esto es debido a que, además de aportar un buen estado nutricional y favorecer un crecimiento adecuado, ayuda a la adquisición de hábitos saludables para la edad adulta.
Cada etapa de la vida tiene sus peculiaridades y necesidades a las que hay que ir adaptando la alimentación. La infancia se caracteriza por ser la etapa donde se produce un mayor crecimiento físico y desarrollo psicomotor. Por ello, la alimentación debe aportar energía para mantener las funciones vitales y además cubrir necesidades relacionadas con la maduración y el crecimiento.
Consideraciones generales
El/la niño/a, desde bebé hasta los 3 años de edad, aprende a mamar, probar, masticar, tragar y manipular alimentos. También se encuentra en una etapa de descubrir diferentes olores, sabores y texturas. La educación de la conducta alimentaria en entra franja de edad tiene como objetivo el aprendizaje de hábitos alimentarios saludables. Los distintos entornos donde come el niño/a tienen que ser el marco idóneo para transmitir una serie de hábitos, como el uso de los cubiertos, hábitos higiénicos y un correcto comportamiento en la mesa.
La alimentación facilita espacios privilegiados para la comunicación, ya que permite el contacto físico, visual y auditivo con la madre, el padre o la figura de apego. Las comidas tienen que ser espacios de contacto, de relación y de afecto. Hay que potenciarlos para convertirlos en espacios donde estrechar nuestros vínculos.
Por otro lado, para que se genere una buena relación en torno a la comida, es imprescindible la paciencia y el tiempo. Las comidas son momentos idóneos para la comunicación y el intercambio, para escuchar lo que dice o expresa el/la niño/a de manera no verbal, y para respetar sus decisiones.
Recomendaciones alimentarias
En la elaboración de las comidas es importante tener en cuenta aspectos nutricionales (grupos de alimentos, frecuencia de uso de alimentos, digestibilidad, etc.) y aspectos sensoriales (olores, colores, texturas, sabores…) y el empleo de técnicas culinarias variadas.
Se deberá:
- Proporcionar una comida de calidad.
- Promover hábitos higiénicos, alimenticios y comportamiento adecuados.
- Potenciar la variedad y la identidad gastronómica de la zona, alimentos de temporada, locales y de proximidad.
- Fomentar la identificación, el descubrimiento y la aceptación progresiva de los diferentes alimentos y platos, educando al niño en el placer de comer con moderación.
Aspectos generales:
- El calendario de incorporación de nuevos alimentos es información orientativa. La familia junto con pediatra puede ajustar las edades de incorporación de nuevos alimentos, dependiendo del desarrollo y características del bebé.
- En los alimentos para lactantes y niños/as no se debe añadir azúcar, edulcorantes o miel.
- Evitar la sal en la preparación de las comidas, si se utiliza sal, es conveniente que sea yodada.
- Para reducir la pérdida de nutrientes de verduras y hortalizas se recomienda cocer al vapor o hervir con poca agua, siendo la cocción rápida y tapando el recipiente.
- Para la incorporación de alimentos con gluten no hay edad determinada según evidencias científicas actuales, pudiéndose incluir a partir de los 6 meses.
- El pan, la pasta y el arroz integrales se pueden ofrecer, ya que son más ricos en nutrientes y fibras.
- Durante la alimentación del bebé sólo con leche materna no es necesario que beba agua. A partir del sexto mes sí es recomendable ofrecer agua.
- La leche de vaca no se debe ofrecer antes de los 12 meses.
- En la merienda y/o desayuno de media mañana, los alimentos y las preparaciones tienen que ser adaptadas a la edad, siendo de preferencia la fruta, el yogur natural y el pan, junto con el agua.
Es aconsejable incorporar preparaciones diferentes de los triturados. Ofrecer alimentos enteros o en trocitos, proporciona que el niño pueda comer de manera autónoma y que experimente y disfrute de los diferentes sabores, texturas, olores y colores de los alimentos. Es importante trabajar unos buenos hábitos alimenticios para garantizar una buena nutrición.
¿Tu hijo/a presenta problemas con los alimentos? Consulta nuestra entrada Problemas de alimentación en niños/as