La prematuridad

24 Mar La prematuridad

Nelly Padilla Gomes – Pediatra. Coordinadora del Departamento de Pediatría Hospital CIMA Sanitas, Barcelona. Investigadora Clínica asociada al Instituto Karolinska, Estocolmo, Suecia.

 La prematuridad es el nacimiento antes de las 37 semanas de gestación. Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones de salud, incluyendo problemas respiratorios, cardíacos y neurológicos. La prematuridad también puede tener un impacto significativo en el desarrollo cerebral del bebé. A menudo, el bebé prematuro tiene que pasar un período prolongado en la unidad de cuidados intensivos neonatales, lo que puede exponerlos a situaciones estresantes, dolorosas y estimulación inadecuada, lo que puede afectar aun más su desarrollo cerebral. Estas alteraciones, pueden traducirse en un mayor riesgo de sufrir problemas del neurodesarrollo. Aproximadamente, el 10% de los niños prematuros desarrollan deficiencias neurológicas y sensoriales mayores, que incluyen alteraciones motoras graves, daño visual o auditivo y discapacidad intelectual, mientras que un 50% a 60%,  pueden presentar  retrasos en el desarrollo cognitivo y motor, problemas de atención y problemas de aprendizaje, entre otros. Estas alteraciones en el neurodesarrollo confieren vulnerabilidad para presentar trastornos psiquiátricos incluyendo trastorno del espectro autista, hiperactividad y depresión. Estas complicaciones pueden ser de mayor gravedad en niños nacidos prematuros extremos (antes de las 28 semanas de gestación). 

El uso de la neuroimagen, como la resonancia magnética, ha demostrado ser útil para evaluar las lesiones cerebrales en los bebés que nacen prematuros y para facilitar el diagnóstico e intervenciones tempranos en el caso de problemas del neurodesarrollo.  Se pueden detectar lesiones cerebrales tempranas y proporcionar información sobre el grado y la ubicación de las lesiones. Esto permite una evaluación del riesgo de problemas del neurodesarrollo y una intervención temprana en caso de que sea necesario. En comparación con niños nacidos a término (cuando deberían haber nacido) y mediante el uso de resonancia magnética cerebral, nosotros hemos demostrado en prematuros extremos alteraciones estructurales cerebrales que incluyen, disminución global del volumen cerebral, así como aumento y disminución de volúmenes a nivel regional en áreas específicas cerebrales. Estos cambios se han demostrado tanto a la edad del término como a los 10 años.  En los niños prematuros evaluados a la edad del término, diagnosticados con rasgos del trastorno del espectro autista, evaluados a los 6,5 años, se encontró disminución de volúmenes en áreas relacionadas con el comportamiento, el lenguaje y las habilidades sociales.  La importancia de estos hallazgos radica en que la identificación temprana de estas alteraciones permitiría la identificación de niños prematuros en riesgo de desarrollar trastornos del espectro autista, facilitando así las intervenciones tempranas.

 En conclusión, la prematuridad puede tener graves consecuencias para el desarrollo cerebral y los problemas del neurodesarrollo, principalmente para los bebés que nacen más prematuros. La neuroimagen es una herramienta valiosa para evaluar el desarrollo cerebral y facilitar un diagnóstico temprano. La detección temprana de las lesiones cerebrales y los problemas del neurodesarrollo es crucial para garantizar que los bebés que nacen prematuros reciban la atención y el apoyo que necesitan para un desarrollo saludable. 

Referencias

Padilla N, Saenger VM, van Hartevelt TJ, Fernandes HM, Lennartsson F, Andersson JLR, KringelbachM, Deco G, Åden U. Breakdown of Whole-brain Dynamics in Preterm-born Children Cerebral Cortex. 2020 30:3 1159-1170

Padilla N, Eklöf E, Mårtensson GE, Bölte S, Lagercrantz H, Ådén U. Poor Brain Growth in ExtremelyPreterm Neonates Long Before the Onset of Autism Spectrum Disorder Symptoms Cerebral Cortex. 2017 27:2 1245-1252.

Foto: Luis Musa Tavares